Otra muerte de un niño después de que un mueble cajonera de Ikea se cayera sobre ellos pone en alerta roja a los consumidores.
Mucho cuidado con uno de los productos más vendidos por la multinacional sueca de muebles. En Filadelfia, un niño de 22 meses ha fallecido después de que el pequeño intentara subirse al aparador de forma que este, compuesto por seis cajones, se le vino encima aplastándole. Y ojo, no es el primer caso.
Según informa el ‘Daily Mail’ en los últimos quince años hasta catorce niños menores de nueve años fallecieron después de que un mobiliario se precipitara sobre ellos. En 2014 murieron dos, también por aplastamiento, después de que la cómoda Malm se les viniese encima.
La compañía sueca ha publicado unas advertencias en las que indica que para mayor seguridad de los usuarios se fije el mueble a la pared con los kits gratuitos que acompañan al producto.