Al final pasó, Marco Ferri por fin se ha reencontrado con su pareja Aylén Milla en la casa de Guadalix de la Sierra. La argentina llegaba muy picada y dispuesta a frenar el coqueteo que su novio mantiene con Alyson Eckman.
Aylén ha entrado en la casa como encargada de vestuario en la nueva prueba semanal y ha recibido a los concursantes en el confesionario de uno en uno y ha tomado medidas de su cuerpo para poder comprar la ropa necesaria para la prueba. El momento más esperado llegó cuando por fin coincidió con Marco.
Lejos de ser un reencuentro idílico, el inició de la conversación no ha podido ser más cortante, Marco no ha daba crédito. Tras notar mucha frialdad, Marco espetó: «¿No estás contenta de verme? ¿Esa es toda tu felicidad después de dos meses sin vernos?«.
A Aylén le costo arrancar pero finalmente los ánimos se calmaron y la pareja pudo hablar. El italiano ha intentado explicar que es muy duro estar encerrado en la casa de Guadalix, y que desde que recibió su última llamada la estancia se había hecho todavía más dura.
Marco ha continuado recriminando su última llamada durante su encuentro, mientras, Aylén ha intentado reconducir la conversación con muy poco éxito ya que la charla se hizo muy reiterativa por la insistencia de ambos en lo mismo. Marco finalmente ha abandonado el confesionario entre lágrimas, poco antes de que Aylén se derrumbara ante Daniela Blume.
La conversación se extendió al salón de la casa ya delante de todos los compañeros, que tendrán que ver si en la semana que estarán juntos la pareja se podrá reconciliar.