Por desgracia, y debido a la crisis y a los sueldos por debajo del salario mínimo, muchos jóvenes siguen viviendo con sus padres. Hay una generación de gente que con 35 años no saben lo que es vivir fuera del hogar familiar y, que viendo la situación actual, parece que nunca lo van a conseguir.
Y es una auténtica pena, porque el que ha vivido solo sabe cuantas cosas maravillosas (otras no tanto) tiene el poder mear con la puerta abierta o pasar todo el día viendo la televisión en calzoncillos. ¿Que ya haces lo de ver la televisión en calzoncillos en casa de tu madre con la abuela sentada en el sillón de al lado? Pero no es lo mismo, hombre. Toma 25 casos de porqué te tienes que alquilar un piso en cuanto puedas y tengas pasta.
1. Entrar al váter y dejar la puerta abierta. Solo en casa.
2. Jugar al mini golf en el baño.
3. Quién quiere platos, que además luego hay que fregarlos.
4. La comida a domicilio será tu mejor amiga.
5. Puedes tomar la leche directamente del cartón, en serio.
6. Pasearte en gayumbos y sentirte Tom Cruise.
7. Nunca más oirás el maldito «¿Te falta mucho?»
8. Comer como un cerdo y que nadie te diga nada.
9. Tener la nevera como un desierto.
10. O mejor aún, como un alcohólico terminal.
11. Dormir hasta que no puedas más y que nadie te levante la persiana.
12. Tirar la ropa por cualquier sitio sin miedo.
13. Hacer el ángel en ese montón de ropa que crece, y crece.
14. Pasearte desnudo porque hace mucho calor. O porque no encuentras los calzoncillos. O porque te apetece, sin más.
15. Pasar todo el día hibernando en la cama.
16. Sé un hortera y decora tu nueva casa como quieras.
17. ¡Disfruta de tu vaguedad sin agobios!
18. Deja las zapatillas en la puerta, andar descalzo es un lujo.
19. Jugar hasta que te lloren los ojos.
20. ¿Qué sería de una casa de soltero sin sus fiestas? Nada.
21. Lo peor es la limpieza, pero como nadie te va a decir nada, hazlo cuando te apetezca.
22. Friega cuando quieras, siempre puedes comprar cubiertos de plástico.
23. ¿Planchar? Venga hombre, la arruga es bella.
24. De Ana Rosa a Ferreras, pasando por Pedrerol y las novelas, todo el día viendo la tele como un señor.
25. Y el broche final, la gloria, el mejor momento: no tener que cortarte cuando quieras tirarte un pedo.
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