Las compresas son el típico objeto del que desconoces sus posibilidades. Atento a los trucos que te traemos.
1. ¿Te has cortado y estás estás sangrando en abundancia? Rápido, busca una compresa. Puedes detener la hemorragia y mantener la herida desinfectada hasta que llegues al hospital.
2. ¿Te has perdido en el bosque y tienes que beber agua de un río que no parece del todo limpio? No te preocupes, con las compresas puedes filtrar agua.
3. ¿Sabias que las compresas, a parte de absorbentes, son desodorantes? Ya no tienes excusa para oler regular sea la hora que sea.
4. ¿Te has quedado sin tiritas y quieres estrenar esos zapatos nuevos, y con pinta de que te van a destrozar los pies en un rato? Corta una compresa en varios pedazos y olvídate del problema.
Quién te iba a decir que una compresa te podía salvar la vida.